La fuente de alimentación para laboratorio hasta 300 W con memoria
Con la fuente de alimentación regulable S-LS-116, podrás alimentar dispositivos externos con corriente continua, ajustando la intensidad y la tensión de la corriente. Gracias a la función de memoria con cinco puestos, el aparato resulta muy efectivo. Utiliza la fuente de alimentación para laboratorio de nuestro equipamiento de medición en industria, instalaciones médicas, telecomunicaciones, talleres de electrónica, plantas de producción y laboratorios.
Los valores de corriente se ajustan a la perfección con la fuente de alimentación regulable de Stamos Soldering.
La gran pantalla LED permite leer fácilmente los valores seleccionados para tensión de salida e intensidad de corriente en cualquier momento. Incluso con condiciones lumínicas deficientes, los dígitos son fáciles de leer. Para los valores de corriente que se repiten con frecuencia, encontrarás cinco puestos de memoria para que puedas recuperarlos cada vez que los necesites. Por medio de las interfaces USB y RS232, podrás conectar la fuente de alimentación a un ordenador.
Controla la fuente de alimentación regulable de forma sencilla y cómoda mediante mandos giratorios y teclas. Los mandos giratorios permiten ajustar con exactitud la tensión de salida deseada hasta 60 V DC y la corriente hasta 5 A. Durante el ajuste, podrás comprobar los valores respectivos en la gran pantalla y ajustarlos a tus necesidades con facilidad. Además, la fuente de alimentación tiene un bloqueo del panel de control para evitar que se modifiquen accidentalmente los parámetros seleccionados. Si la fuente de alimentación funciona como fuente de tensión constante (CV), la unidad cambia automáticamente a funcionamiento de corriente constante (CA) en cuanto se alcanza el límite de carga establecido. De esta forma se evita dañar los aparatos conectados.
Con la fuente de alimentación regulable para laboratorio, obtienes un aparato con un alto nivel de seguridad, ya que está equipado con protección contra sobretensión (OVP), protección contra sobrecorriente (OCP) y protección contra sobrecalentamiento (OTP). El ventilador integrado se adapta a la temperatura del aparato de manera que proporciona la refrigeración óptima. Estas medidas garantizan un manejo seguro de la fuente de alimentación, incluso con uso intensivo. Asimismo, el aparato dispone de alarma que advierte sobre deficiencias en la seguridad y que se puede desactivar en caso necesario. Utiliza un software para calibrar la unidad.
DETALLES TÉCNICOS
Material
Acero con tratamiento anticorrosión
Refrigeración
Ventilador con velocidad baja y regulable en continuo