Detector de metales - profundidad de detección 24 cm - Ø 24 cm - brazo telescópico: 104 - 121 cm

¡Quien busca, encuentra! Ya busques el anillo de bodas perdido en el jardín, oro en el bosque, municiones en antiguos campos de batalla o cables en la pared, con el detector de metales de la gama de equipamiento industrial de Steinberg Systems, escarbarás sin equivocarte.

Equipado con un panel de control intuitivo y una pantalla LCD, el detector de oro localiza incluso objetos pequeños, como monedas, anillos o clavos, siempre que estén enterrados en el suelo a una profundidad máxima de 24 cm. Dispone de cuatro modos diferentes de búsqueda: All Metal detecta nueve tipos de metales, tiene un balance de tierra automático y una alta sensibilidad. Si se selecciona Disc, la visualización de ciertos tipos de metal se desactiva para una diferenciación más precisa. Utiliza Notch para seleccionar los rangos de frecuencia para metales específicos y Pinpoint para apuntar a la ubicación del elemento que estás buscando.

Tres tonos de señal diferentes te avisan del hallazgo, según el tipo de metal. La pantalla LCD con retroiluminación te informa del tipo y la profundidad del hallazgo incluso en la oscuridad. Para bloquear el ruido ambiental o evitar que otros sean molestados por el sonido del detector de oro, utiliza la toma de auriculares del detector. Conecta aquí cualquier auricular con una clavija de 3,5 mm. El volumen se ajusta a través del control correspondiente.

El consumo de energía es muy bajo gracias a su tecnología moderna. La sonda metálica funciona con dos pilas de 9 V; un indicador de carga informa del estado de las pilas. Se puede utilizar en cualquier lugar gracias a su peso ligero. Además, gracias al brazo telescópico, que puede extenderse entre 104 - 121 cm, los pequeños y grandes buscadores de tesoros pueden ponerse en marcha sin tener que agacharse. El reposabrazos acolchado del detector de metales ergonómico garantiza una búsqueda altamente eficaz y cómoda. Y lo mejor es que podrás encontrar objetos metálicos ocultos incluso bajo la lluvia, en la nieve o en aguas poco profundas, porque la bobina es absolutamente impermeable.